Salmos 27:1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
Salmos 27:2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos,
Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
Salmos 27:3 Aunque un ejército acampe contra mí,
No temerá mi corazón;
Aunque contra mí se levante guerra,
Yo estaré confiado.
El enemigo lo que quiere, es provocarte temor. Satanás sabe que el temor paraliza, estanca y retrae.
El temor es un ataque directo al corazón. Cuando tu corazón es atemorizado, el enemigo gana ventajas.
Por eso hoy, fortalece tu confianza, reafirma tus condiciones y aferrate a la promesa de Dios para tu vida.
Hoy Declaro que no hay temor que te pueda detener. Declaro que mayor es el que esta contigo para salvarte, que él que esta en tu contra para acusarte.
No le temas a la enfermedad, a la deuda, ni a las amenazas del enemigo. El Señor ya dijo lo que hará contigo.
Él ya te prometió en Hebreos 6:14 diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente.
¿Y QUIÉN DIJO MIEDO?
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