Génesis 2:2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
Génesis 2:3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.
Dios no hace nada a medias, el siempre completa lo que comienza y cuando lo hace, todo queda perfecto.
Lo hermoso de terminar algo que ha quedado perfecto, es poder reposar.
Reposar no significar haber terminado, sino que es el momento de comemzar la nueva etapa.
Reposar no es cese de actividad, sino el cambio de actividad.
Cuando Dios termino de crear, comenzó hacer que todo lo creado entrará en acción.
Por eso es que el verdadero día de reposo es el día en el que más te mueves, es el día en el que más trabajas pero sin perder la paz ni la alegría de vivir.
El día de reposo es el día que te atreves a conquistar, pero entendiendo que es Dios que te da la victoria.
El día de reposo es el día que das muchas vueltas, pero que también puedes ver los muros caer ante tus ojos.
Hebreos 11:30 Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días.
El día de reposo es el día que te puedes zambullir en las aguas más sucia, pero que por tu obediencia puedes ver la restauración de tu vida.
En este día Declaro que hoy es el día 7, día en el que entras en el reposo de Dios.
Declaro en esta hora que grandes milagros experimentarás en este día. Declaro que este es el día que el Señor a programado sorprenderte.
Declaro que este ese el momento que estabas esperando para moverte a una nueva dimensión.
Declaro que ya el Señor te tiene preparado para pelear con los nuevos enemigos que se te pongan enfrente.
Declaro que hoy disfrutarás como nunca antes de cada actividad física o mental que te toque realizar.
Bendigo y santifico tu día y que disfrutes del reposo de Dios.
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