No hay peor momento que el momento en el que sentimos que nos ahogamos.
Cuando andamos por el mar, todos tomamos la precauciones debidas para no terminar ahogado.
Cuando en la vida pasamos un problema grave sentimos que nos morimos, que nos asfixiamos, que todo se acabara allí.
La clave para salir adelante esta en que en medio de un mar de problemas y de tempestades, Jesús este contigo en la barca.
Cuando Jesús esta en tu barca, no hay de que temer, ese es el momento de creer que todo saldrá bien.
MATEO 8:23-27
JESÚS CALMA LA TEMPESTAD
23 Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. 24 Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. 25 Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! 26 El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. 27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?
Declaro que aúnque este apunto de perecer, no pereceras; porque el Señor te salvará.
La pregunta es: ¿Qué hacer para no perecer?
1. Dejar entrar a Jesús a mi barca (mi vida). La única barca que Jesús salva es en la que se le deja entrar.
2. Seguirlo. Esto significa: ser obediente, dejarse guiar, y recibir instrucciones. Muchos lo dejan entrar, pero no lo dejan guiar.
El que Jesús este en tu barca, no significa que las olas no se levanten.
Si vamos a clamar a Jesús en los momentos donde las olas entraran a nuestras barcas, que sea un clamor con fe y no un clamor por temor y duda.
Ante las tempestades de la vida, siempre tendras la oportunidad de levantarte y reprender toda la circunstancia que venga en tu contra.
Tú decide tener la fe de Jesús o dudar como lo hicieron los discípulos.
Declaro en esta hora que cuando las olas se levanten, tu también te levantarás. Declaro que las aguas no te ahogaran, porque caminarás sobre ellas como lo hicieron Jesús y Pedro.
Declaro que si has sido llamado a dividir el mar en dos, pero también a caminar sobre el mar.
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