*QUE HACER, CUANDO NO HAY MUCHO QUE HACER*
En estos tiempos difíciles podemos probar la dualidad del Ser Humano y que el hombre nunca está conforme con lo que tiene, somos imcomplacibles por naturaleza.
Cuantas veces no hemos oído o nosotros mismos pronunciado frases como: *quisiera tener más tiempo para hacer esto y lo otro*, *el trabajo me absorbe demasiado tiempo*, *esperemos las vacaciones para hacer esto y lo otro* y así sucesivamente vamos posponiendo tantas cosas que por la falta de tiempo no podemos desarrollar.
Lo contradictorio es que en este tiempo es cuando tenemos la oportunidad de hacer realidad todos aquellos planes y resulta que se nos es imposible, comprendo que no podemos salir de casa, pero hay miles de cosas que podemos hacer sin necesidad de salir de ella.
El problema es que la casa ya no es para nosotros lo que significaba para nuestros ante pasados. En casa es el lugar donde antes todos querían estar, era el lugar de refugio pero también el lugar de recreación para la familia, para muchos era el lugar de trabajo pero también el lugar para pasar las mejores vacaciones.
Nos acostumbramos a pensar que todo lo bueno y divertido está fuera de casa o que está en la casa agena a la nuestra.
¿Y que decir de nuestra relación con Dios? Muchos siempre ponen las mismas excusas por la que no pueden cultivar su relación con el Padre Celestial y hoy que tenemos *"suficiente tiempo hasta de sobra"*, seguimos poniendo las mismas excusas.
Recordemos que hoy que no hay mucho que hacer fuera de casa, es porque tenemos mucho que hacer dentro de nuestras propias casas, hay muchas cosas que arreglar, que corregir, mucha telas que cortar, muchas trapitos sucios que lavar, una relación con Dios que cultivar y una gran familia que salvar .
Bendiciones y buen día.
Atte:
Pastor Wilber Amaya.
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