¿QUE SUCEDE CUANDO HABLAMOS LA PALABRA?

Proverbios 18:20-21  Del FRUTO de la boca del hombre se LLENARÁ su vientre; Se SACIARÁ del PRODUCTO de sus LABIOS. 21  La MUERTE y la VIDA están en PODER de la LENGUA, Y el que la AMA COMERÁ de sus FRUTOS.

La FELICIDAD DEPENDE de COMO SE USAMOS LA LENGUA.

Proverbios 21:23 Nos ensena que: “El que GUARDA su BOCA y su LENGUA, su ALMA GUARDA de ANGUSTIAS.”  

Proverbios 12:14 Nos dice: “El hombre será SACIADO de bien DEL FRUTO de su BOCA;”

TODOS debemos HABLAR PALABRA de BENDICIÓN a las PERSONAS, COSAS y SITUACIONES de nuestras VIDAS.

CONSIDERAMOS LO QUE SUCEDE CUANDO HABLAMOS DE LA MANERA CORRECTA. EZEQUIEL 37: 1-14.
 
I. CUANDO HABLAMOS LA PALABRA SOMOS VIVIFICADOS. V. 5

1. Somos vivificados espiritualmente.

2. Somos vivificados moralmente.

3. Nuestra autoestima es vivificada.

Si hablas vida y declaras palabras de bendición, habrá bendición. Si hablas mal, habrá mal. Por lo tanto comience hablar  y a declarar bendición y la bendición se multiplicara en su vida.
II. CUANDO HABLAMOS LA PALABRA SOMOS FORTALECIDOS EN TODO NUESTRO SER.  V. 6

1. Somos fortalecidos espiritual y físicamente.

2. Somos fortalecidos en nuestra Fe.

3. Nuestros pensamientos son fortalecidos.

III. CUANDO HABLAMOS LA PALABRA SOMOS HERMOSEADOS EN NUESTRA VIDA INTEGRAL.

1. En nuestras familias y en todas las áreas de nuestra vida todo comienza a verse mejor.

Esta es la obra que el Espíritu Santo realiza en nuestras vidas todos los días cuando se lo permitimos.  

IV. CUANDO HABLAMOS LA PALABRA SOMOS CUBIERTOS DE BELLEZA ESPIRITUAL

1. Avivamiento permanente.

2. Inspiración Constante.
 
V. CUANDO HABLAMOS LA PALABRA SOMOS LLENOS DE UN ESPÍRITU CONQUISTADOR. V. 8-10.
 
1. Pasamos de muerte a vida.

2. Pasamos de derrotados y a vencedores y conquistadores.

CONCLUSIÓN:

1. Si estás enfermo proclama, Isaías 53:4-5.

2. Si tienes temor declara, Salmo 23 y 21.

3. Si tienes necesidades materiales declara, Filipenses 4:19.

4. Si te sientes desamparado declara, Salmos 27:10.

5. Si te sientes débil, “diga el débil, fuerte soy”.

6. Si no te sientes amado declara, Jeremías 31:3.

7. Si te sientes culpable proclama 1 Juan 1:7.